domingo, 28 de marzo de 2010
Dos desconocidos...
A veces, o mas bien la mayoría del tiempo, nos reducimos a dos personas que transitan sus vidas en diferentes calles, encerrados en esas calles y avenidas paralelas... pero que en pocos instantes, en segundos extraviados, nos encontramos y nos relacionamos como dos personas que han caminado muchas calles juntos, sin embargo ambos sabemos que es la ilusión de ese momento, de la calle y la magia, de la música de fondo... y nos dejamos engañar por tan pintoresco paisaje...
Muchas otras veces, pretendemos olvidarnos y seguimos caminando, dandonos la espalda, olvidando esos momentos, pretendemos no conocernos, asumimos los roles, los personajes que son los que caminan cruzando las calles,con ese paso firme y seguro de saber para donde vamos, sin titubear, sin hacer ninguna pausa... seguros de darnos la espalda, y yo por mi parte deseando huir... de esos cruces accidentales que nos han pasado en el camino...
Pero al caminar y al verte en la acera del frente es cuando siento se paraliza mi andar... se paraliza mi latir... y sigo pretendiendo que todo sigue su rumbo normal, pero en el fondo soy capaz de sentir como se me entrecorta... la respiración delatandome, evidenciando todo aquello que trato de omitir... pero ahi estas, y creo que vamos a cruzarnos de nuevo...
Esta vez, en mi caminata he decidido tomar un alto, sentarme en la silla del parque y dejar que tu camino no se vuelva a encontrar con el mio... esta vez me siento a esperar dejar de sentirte... espero... y esta vez el tiempo espero este a mi favor... y nos convierta de nuevo en dos desconocidos que al toparse en el camino solo tienen un roce de hombros...
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1 comentario:
Triste, pero cierto.
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