A Cris y a todas las mujeres que me han enseñado a creer en la solidaridad de género y la amistad entre féminas.Nacimos todas en un invierno que aun no cesa de enfriarse
Tantas eras de glaciación no se han derretido con el calor de nuestra sangre fuego, fuego.
Somos mujeres, todas hermanas y sin embargo todas en guerra;
algunas unidas contra los ojos colmilludos que acechan
en el borde de cada cuadrícula de cárcel
que cuelga entre las piernas de alguien sin una costilla.
Las otras -tantas que ocultan nuestra existencia-
siguen mercenarias de un titiritero y sus cables que atan los sexos, el amor, la mente y la necesidad incendiaria de poder ser.
Enemigas de sí mismas, de nosotras mismas
olfatean sabuesas las trincheras que minan la casa erguida del padre-amo para repartir su pan autoritario y su castigo.
Son los perros del señor y también son sus perras,
Que hunden en el pecho de sus hermanas la lanza erecta de su amo
sin darse cuenta que ellas mismas se van desangrando con esta herida…
Tantas eras de glaciación no se han derretido con el calor de nuestra sangre fuego, fuego.
Somos mujeres, todas hermanas y sin embargo todas en guerra;
algunas unidas contra los ojos colmilludos que acechan
en el borde de cada cuadrícula de cárcel
que cuelga entre las piernas de alguien sin una costilla.
Las otras -tantas que ocultan nuestra existencia-
siguen mercenarias de un titiritero y sus cables que atan los sexos, el amor, la mente y la necesidad incendiaria de poder ser.
Enemigas de sí mismas, de nosotras mismas
olfatean sabuesas las trincheras que minan la casa erguida del padre-amo para repartir su pan autoritario y su castigo.
Son los perros del señor y también son sus perras,
Que hunden en el pecho de sus hermanas la lanza erecta de su amo
sin darse cuenta que ellas mismas se van desangrando con esta herida…
***la imagen es de Picasso
2 comentarios:
No hay para mí nada más sagrado amansando esta eroción bajo los pies que las mujeres. Que este mundo de fijo no sería mundo sin ellas. Les debemos todo.
Porque genios han habidos miles, pero maravillas solo la mujer que es la que vierte en la sangre, como torrentes, de esos ilustres su herencia invisible pero eterna.
Saludos.
sabias palabras Kris...
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